CARLOS AMIGO
El Mundo
El arzobispo emérito de Sevilla es un veterano en esto de elegir Papas. Con porte de príncipe de la Iglesia y voz de locutor, este franciscano de 78 años tiene claro el perfil del sucesor de San Pedro. El cardenal Tarancón le llamaba 'el amigo Amigo'. Un gran apellido para ser Papa, aunque él dice que no es papable.
Pregunta.- ¿Qué opina sobre la renuncia de Benedicto XVI?
Respuesta.-En un principio fue una gran sorpresa. Cuando me lo dijeron pensé que me tomaban el pelo. Luego vi la coherencia de una persona que no puede prestar su servicio a la Iglesia «adecuadamente». Es un gesto muy valiente que ha sido aplaudido por unos y otros.
P.- Pero la prensa ha vinculado su dimisión con el caso Vatileaks.
R.-¿Se ha enterado usted a través de estos papeles de algún secreto de Estado importante? Hay una carta de uno de los obispos del Vaticano que dice al Papa: «Estoy preocupado por la administración de esto». Pero de ahí a suponer que hay un polvorín a punto de estallar...
P.- Entonces ¿por qué ha renunciado Benedicto XVI?
R.- Lo que ha influido [en su renuncia] no es lo que dejó atrás, lo que ha influido es lo que queda por venir. Las causas hay que mirarlas más en el futuro que en el pasado.
P.-Cuando el Papa habla de 'hipocresía religiosa', ¿a qué se refiere?
R.- A que en la Iglesia no debemos buscar el poder, el aplauso. Que no podemos buscar hacer carrera dentro de la vida eclesiástica. Pero cosas así claro que las hay, las ha habido y las seguirá habiendo por muy santa que sea la institución.
P.- ¿Qué perfil debe tener el futuro Pontífice?
R.- Tiene que ser una persona abierta y comunicativa, que lleve a Dios en la boca y en el corazón.
P.- Pero Benedicto XVI no era muy comunicativo…
R.- Los que le conocemos desde hace años sabemos que es una persona de gestos muy sencillos y de acciones tremendas.
P.- El Papa destapó muchos casos de pederastia. ¿Cree que han hecho daño a la Iglesia?
R.-Pues claro, es una cosa muy grave. Benedicto XVI lo dijo: «Tenemos que ajustarnos a la Justicia y al Derecho». Y ha dado normas para que este tipo de casos no vuelvan a repetirse. Ha dado normas precisas para la selección de candidatos, para cortar las cosas antes de que puedan producirse.
P.- ¿Debe el cardenal Mahony asistir al Cónclave?
R.-Los cardenales tienen la obligación del ir mientras lo sean. Sólo el Papa puede quitar el capelo cardenalicio.
P.- ¿Qué Papa necesita la Iglesia en este momento?
R.- Lo que no podemos caer es en la trampa de un solucionador de los temas inmediatos. Porque lo que hoy es un problema, mañana no lo es. No necesitamos un técnico o un solucionador de problemas.
P.- ¿Y está la Iglesia preparada para un Papa del Hemisferio sur?
R.- La Iglesia está preparada para recibir a un timonel y le importa un comino el color de la cara.
P.- ¿Se habla de algún candidato más que de otro?
R.- He hablado estos días con los cardenales y comentamos: «¿De quién se habla, de quién no se habla?». Estas cosas. Pero una vez comience el Cónclave no se podrá hablar de nada.
P.- ¿Con qué tres pecados se va a encontrar el nuevo Pontífice en la Iglesia?
R.- Uno, asustarnos mucho ante el trabajo que tenemos que hacer como si Dios no existiera. Dos, pensar que la Iglesia comienza con nosotros. Y tres, el pecado de pensar que somos un grupo técnico que debe resolver los problemas. La Iglesia existe para evangelizar y de lo contrario no tiene razón de ser.
P.- ¿Y qué opina de la sustitución del banquero de Dios?
R.- ¿Conoce usted algún banco en el que el director sea vitalicio?
P.- Reconozca que hay falta de transparencia en el caso Vatileaks.
R.- Dígame: ¿dónde está la falta de transparencia? Una cosa es que haya pasado y otra cosa es que haya pasado lo que se dice. A este señor [el mayordomo] le ha juzgado ya el tribunal del Estado Vaticano.
P.- Pero no es creíble que actuara sólo con ese perfil...
R.- Pero para hacer dos fotocopias, ¿hace falta un complot? Cada uno es libre de imaginar, pero la Historia no se escribe con imaginación sino con el documento.
P.- ¿Ha pensado a quién votar?
R.-No, hay que estar atento a la voz del Espíritu Santo, que habla por mediaciones humanas.
P.- ¿Conoce a todos los candidatos del Cónclave?
R.- Nos conocemos todos de sobra y tenemos mucha relación.
P.- ¿Y no se hacen grupos a favor de un cardenal concreto?
R.- No. Ésa es mi experiencia del último Cónclave o será que por mi carácter no me presto a estas cosas. Unos te dicen: «Éste está cerca del Opus Dei, éste está cerca de Comunión y Liberación…». Bueno, todos saben que yo soy franciscano...
P.- ¿Y ve alguna oportunidad para los purpurados españoles?
R.- En lo que respecta a un servidor, ninguna en absoluto. Ni posibilidad ni deseo [risas].
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