martes, 18 de septiembre de 2012

EL AMOR DE DIOS



A menudo me canso de hacerte caso, de tratar en vano de no caer en tentaciones. Mi vida sin ti siempre fue más cómoda, divertida y libre. ¿Crees que no me da vergüenza caer al levantar mi rostro ver siempre tu sonrisa condescendiente  y comprensiva? ¿Crees que no tengo orgullo que no me siento mal cada vez que te fallo y no poder evitar el volverte a fallar? Cada día tengo más y más dudas y miedo de terminar dependiendo de ti, como el “opio” que dice Nietzche que tú eres. Cada vez siento más vergüenza de admitir que soy de los tuyos. Me cuesta estar siempre confiado, ser noble y generoso, ser comprensivo… Cansa seguir tu ejemplo… No veo señales, ni pruebas, estoy cansado de pedir y de no recibir nada… Estoy harto de que dirijas mi vida… No entiendo algunas cosas de tu palabra; me cansan los ritos y las reuniones “obligatorias”. Puedo valerme sin ti… ¿Por qué no me dejas en paz?...

No te preocupes. Se lo que sientes yo también. Yo también tuve miedo y dudas. Yo también pedí que me quitaran el yugo de mi destino, desee no tener esa responsabilidad. Yo realmente tenía al mundo sobre mis hombros… No te preocupes si no me entiendes. Yo les hablé de mi amor día y noche a mis apóstoles, escuchaban todas mis parábolas, y sin embargo estaban más preocupados en quién se sentaría a mi derecha al final de los tiempos o sobre cuántas veces se debía perdonar… Nunca me entendieron de verdad. No te avergüences si a veces me ignoras. Pedro, mi roca fuerte, mi sucesor, me negó… y varias veces!... Y a pesar de ello le confié el mundo y la obra de mi Padre… No me creas nunca que no comprenderé cada una de tus caídas, arrebatos y traiciones… Yo perdoné al que me traicionó, al que me negó, a los que me insultaron, a los que me asesinaron… ¿Qué es tu ofensa? Nada… Y aunque no te parezca justo que yo te perdone, siempre aunque tu sigas cayendo en lo mismo, mi misericordia supera tu concepto de justicia.

No te avergüences cuando necesites “pruebas” de mi poder. Tuve que hacer milagros para que mi gente me reconociera y me siguiera… ¡Tuve que aparecerme resucitado ante ello para que comprendieran y dejaran de dudar de mi con mi muerte! Y si no me reconoces allí ante ti, en el dolor y el llamado de los que te necesitan, que más da… nadie me reconoció como el Cristo cuando andaba entre los hombres.

No te preocupes si tienes pocos amigos, muchos dijeron ser míos hasta el final y ya ves. No te preocupes si tienes que reaccionar mal y amargarte a veces. Yo les patee el trasero a esos desubicados irrespetuosos cuando invadieron el templo de mi Padre. De vez en cuando la ira es necesaria para comprender que el amor que de mi heredaste es infinito a pesar de tu humanidad imperfecta y que es ese amor mi huella en ti y el sendero que te devolverá a mi algún día. No te sientas mal cuando te veas solo,  incomprendido, rechazado, golpeado e insultado, yo o que nadie se lo que es eso… y tú lo sabes. Cuando te parezca inútil lo que haces y que no avanzas mucho a pesar de todo su esfuerzo yo sentí lo mismo, miedo, dolor y frustración en cada caída rumbo a mi muerte.

No te preocupes si tus sueños son muy grandes y alterados, o de que va a ser difícil lograrlos. Yo morí intentando cumplir el mío. ¡Elegí a 12 para cambiar a miles de millones y para hacer un mundo mejor! ¡Eso si es una locura!, y mira, ya voy 2000 años y tengo para rato. Además llegué a ti. Cuando duden de ti a pesar de ser honesto contigo mismo y con los demás, a pesar de ser coherente y obrar adecuadamente. Ya somos dos. Cuando te acusen de ser subversivo y te anulen sólo por auténtico, innovador y querer o mejor para todos. Cuando pisoteen tu sencillez, tu ingenuidad y al niño que llevas dentro, cuando a nadie le importe tus buenos sentimientos únete a mi club.

No te preocupes por ser débil o tonto que te haga parecer el llorar, el estar triste, el andar sólo, el andar sólo, el hablar sólo…Deja que piensen lo que quieran, tu y yo sabemos cual es la verdad de tu alma y de tu soledad.

Si eres confiado, generoso e ingenioso o eres sujeto de tentaciones de necesidades. No te preocupes, yo pasé por todo eso, y aunque a veces terminé sufriendo por se auténtico y aceptar lo que soy y mis responsabilidades, que bien se siente ser siempre lo que uno es… No te preocupes si eres débil y tienes miedo del sufrimiento o si eres cobarde a veces, hijo mío, yo también dudé ante la muerte

Y si caes por el peso de tu dolor, no importa, yo caí varias veces en mi camino al Gólgota porque ya no aguantaba más… No te preocupes cuando quieras tomarte un “respiro” de mi, porque sientes que te estoy cansado. Mi gente me dejó a mi suerte a la hora de mi suplicio y de mi muerte. No me quejo pues ese fue el destino que elegí, que pedí vivir por amor.

Y no me preocupo tampoco pues ambos sabemos que al final volveremos a encontrarnos, por tu propia voluntad y por mi amor a veces, impaciente… No te preocupes si sientes que no estás haciendo mucho por mi obra. Los míos ni siquiera me ayudaron a cargar mi cruz en mi camino a la muerte. Pero no te avergüences, me has ayudado muchas veces , descansa si quieres.

No temas cuando con tus pecados me rechaces y me lastimes, que más da… me escupieron, me flagelaron, me sangraron la cabeza con espinas, me cambiaron absurdamente por un criminal y me ajusticiaron como el más vil de ellos, me golpearon, me desnudaron indignamente delante de todos y se jugaron mi ropa, se burlaron de mi sufrimiento y mi dolor, me clavaron el cuerpo en un madero, me dieron a beber hiel y me ultimaron con una lanza.

Ya estoy acostumbrado al dolor, ¿no te parece? No te preocupes. Te entiendo porque yo también fui hombre. Te ame con un amor de hombre, morí por ti con un amor de hombre, sintiendo el sufrimiento como lo siente un hombre y soportándolo como tal. Hoy te amo con un amor de hombre y de Dios. No te preocupes te amo. Y el amor verdadero lo soporta todo, tú lo sabes también pues lo has intentado muchas veces aunque hayas fracasado.

 No llores ahora, te perdonaré y te aceptaré cuantas veces sea necesario hacerlo, aunque no entiendas mis razones ni mis sentimientos… Muy en el fondo ambos sabemos que si las entiendes, q me amas. No te presiones más si estás cansado de andar y de buscar. Descansa en mis brazos. Yo velaré tu sueño, te abrazaré y no te despertaré aunque se me adormezcan los brazos y el regazo.

Si estas triste, llora en mi hombro, lloraremos juntos y te daré la palabra que te consuele, te diré siempre lo que necesitas oír, y te prometo que te iras reconfortado y alegre. No te preocupes por tus heridas o porque no puedes levantarte cuando caigas. A veces te daré las manos. Otras veces solamente te extenderé los brazos delante de ti y te enseñaré a levantarte por ti mismo. No te preocupes si no me ves siempre que me busques. Yo estaré allí a tu lado, en lo bueno y en lo malo. Tampoco te preocupes por lo que te falte. Todo lo que me pidas te lo daré con amor, aún lo que no me pidas y necesites. Todo lo tendrás y todavía más de lo que me pidas. Todo te lo daré.

No te preocupes por nada pequeño mío, todo lo que debas tener y puedas manejar, lo tienes ya. Todo lo que debas saber y puedas aprovechar, lo sabes ya. Yo te he enseñado bien, ahora te toca a ti. No te preocupes cuando tengas que “morir” por otro, por amor, habrás aprendido al fin el precio del amor y el gozo de abandonarte.

Imagen de { Iñaki de Erostegui Aznar}
           

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