He aquí algunas indicaciones prácticas para hacer el
"discernimiento" sobre la llamada de Dios.
1. La calidad
de mi vida humana
- ¿Cómo es mi relación con
los que me rodean? ¿Qué carácter tengo? ¿Soy dialogante, sociable, capaz de
trabajar en equipo...?
- ¿Soy responsable de
aquello a lo que me he comprometido: familia, estudios, vida profesional,
horarios, compromisos diversos (animador, monitor, etc...)? ¿Tengo un sentido
generoso del trabajo? ¿Soy capaz de austeridad y sacrificio?
- ¿Cuáles son mis
motivaciones de fondo en todo lo que hago?
-¿Soy fiel a los compromisos
adquiridos? ¿Doy continuidad a lo que inicio?
- ¿En qué contexto y
circunstancias nace mi vocación?
- Tengo una actitud positiva
frente al mundo, o una actitud de huida?
2. La
"consistencia" de mi experiencia espiritual
- ¿Vivo una fuerte relación
personal con Dios Padre-Hijo-Espíritu?
- ¿Es Jesucristo alguien
amado a quien quiero «imitar» y seguir ya desde ahora?
- ¿En qué se concreta mi
amistad con Jesús? Oración personal, Palabra de Dios, sacramentos, María,
capacidad de conversión, motivación de lo que hago y «estilo de vida», vocación
de servicio, etc.
3. Mi sentido
de Iglesia
- ¿Mi búsqueda es
individual: "Mi Jesús y yo"... o me dejo ayudar?
- ¿Valoro el acompañamiento
personal y también la vida de grupo?
- ¿Acepto la guía de la
Iglesia (a través de las personas que tienen competencia) en mi camino de
maduración y discernimiento? ¿Soy capaz de apoyar y estimular el camino de
otros?
- ¿Tengo una mirada positiva
sobre los otros miembros de la Iglesia y las diferentes vocaciones?
4. Mi sentido
de misión
- ¿Estoy atento a las
"llamadas" del mundo, al clamor de las personas necesitadas?
- ¿Qué me dice la situación
de tantos jóvenes «pobres» y abandonados?
- ¿Voy «conociendo» y
viviendo el Evangelio y deseo «contagiarlo» a los demás?
- ¿Cómo se concreta esto en
mi vida ordinaria?
- ¿Pienso que es una suerte
y un regalo (gracia) poder trabajar por el Reino de Dios?
5. Mis
aptitudes ("talentos")
- ¿Me conozco bien? ¿Soy
consciente de mis cualidades y limitaciones (definitivas o superables):
físicas, psíquicas, intelectuales, afectivas...?
- ¿Me acepto como soy?
¿Tengo un buen nivel de autoestima?
- ¿Cómo acepto los avisos y
correcciones?
6. Mi proyecto
- ¿Tengo un proyecto ya
«cerrado», hecho según mis ideas? ¿O me siento libre y disponible para cambiar
ese proyecto porque mi preocupación real es amar y servir a Dios lo mejor que
pueda?
- ¿Tengo una auténtica
disponibilidad y una verdadera obediencia a la voluntad de Dios? ¿En qué se
concreta?
- ¿Me dedico a hacer
«turismo espiritual» o me tomo tiempo para madurar y profundizar lo que yo
hago, y ver si realmente lo hago desde Dios ?
- ¿Espero señales
extraordinarias para avanzar o voy dando pasos concretos?
- ¿Tengo paciencia conmigo
mismo (que no significa conformismo): respetando los tiempos de maduración y
las lógicas etapas de todo proceso?
7. Mis
silencios
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