martes, 24 de abril de 2012

Carta de Mª Rosa Molas a los chicos del Com, Movimiento Juvenil



 
  “Consolad, consolad a mi pueblo dice el Señor, hablad al corazón del hombre...” Con estas palabras el Señor hizo brotar en mi el Carisma que hoy aun sigue vivo en todos y cada uno de vosotros y vosotras.

Si tuviera que elegir un lugar para estar en este día. Sin duda diría que aquí, en este Encuentro del COM, en esta Eucaristía, y en este preciso momento, en el que muchos y muchas vais a recibir el pañuelo del COM, más allá de una tela es Signo de aquello que queréis VIVIR y hacer que vivan los demás por Amor.
Os voy hacer una confesión pública, entre el silencio y la escucha de la Palabra siempre estuve abierta al Espíritu..... Cada día El iba derramando en mi corazón la Consolación de Dios Padre.
Intenté estar presente allá donde el hombre vivía en desconsuelo: Llevar la Caridad a todos: Niños, ancianos, enfermos, ricos y pobres..... Ser toda para todos, sin la menor distinción, para que el pobre sea servido y Dios loado.
Bien sabéis que Dios nos llama a cada uno y a cada una por nuestro nombre, con nuestras cualidades y con nuestras limitaciones y cuando nos envía, sabe que para llevar a cabo la tarea encomendada necesitamos poner en juego todo lo que somos.
Por eso es necesario que os conozcáis, descended a lo más profundo de vuestro ser y reconoced allí la verdad de vuestra existencia.  Esto, exige esfuerzo, como todo lo que realmente merece la pena, pero es una experiencia que debe abriros a un modo enteramente nuevo de enfocar la vida.
El Carisma de la Consolación debe ofreceros la posibilidad de aprender a vivir en profundidad, desde la verdad de lo que somos.
Vuestro ser autentico debe manifestarse en las actuaciones y reacciones ante la vida y en la relación con las otras personas. Sabed identificarlo constituye la base del conocimiento propio y de la maduración personal.
Tenéis que ser vosotros mismos cuando sepáis ver vuestra realidad, debéis aceptaros así y debéis comunicaros desde la verdad de lo que sois, sin complejos ni fingimientos, sino con la sencillez de la autenticidad.
El verdadero joven del COM es aquel que, reconociendo ante Dios su propia identidad, reconoce a Dios en la realidad del otro.
Llevad y Gustad de la Consolación de Dios, es un regalo depositado en vuestro corazón; hoy sigue vivo en el Instituto, en cada una de las hermanas y en Cada Joven, en vosotros y vosotras.
Recibid mi felicitación de Madre por el paso tan serio que hoy vais a dar. Y recordar que no estáis solos, el Señor Jesús Camina tan cerca de vosotros que sus huellas se confunden con las vuestras”


 recibid un abrazo de Madre:
                                 Mª Rosa Molas.   

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