viernes, 27 de abril de 2012
Como discernir la llamada del Señor
martes, 24 de abril de 2012
Carta de Mª Rosa Molas a los chicos del Com, Movimiento Juvenil
viernes, 20 de abril de 2012
NO CUALQUIER ALEGRÍA
Que él había de resucitar de entre los muertos
¿Se puede celebrar la Pascua cuando en buena parte del mundo es Viernes Santo? ¿Es posible la alegría cuando tanta gente sigue crucificada? ¿No hay algo de falsedad y cinismo en nuestros cantos de gozo pascual? No son preguntas retóricas, sino interrogantes que le nacen al creyente desde el fondo de su corazón cristiano.
Parece que sólo podríamos vivir alegres en un mundo sin llantos ni dolor, aplazando nuestros cantos y fiestas hasta que llegue un mundo feliz para todos, y reprimiendo nuestro gozo para no ofender el dolor de tantas víctimas. La pregunta es inevitable: si no hay alegría para todos, ¿qué alegría podemos alimentar en nosotros?
Ciertamente, no se puede celebrar la Pascua de cualquier manera. La alegría pascual no tiene nada que ver con la satisfacción de unos hombres y mujeres que celebran complacidos su propio bienestar, ajenos al dolor de los demás. No es una alegría que se vive y se mantiene a base de olvidar a quienes sólo conocen una vida desgraciada.
La alegría pascual es otra cosa. Estamos alegres, no porque han desaparecido el hambre y las guerras, ni porque han cesado las lágrimas, sino porque sabemos que Dios quiere la vida, la justicia y la felicidad de los desdichados. Y lo va a lograr. Un día, «enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte, ni habrá más llanto, ni gritos, ni dolor» (Ap 21, 4). Un día, todo eso habrá pasado.
Nuestra alegría pascual se alimenta de esta esperanza. Por eso, no olvidamos a quienes sufren. Al contrario, nos dejamos conmover y afectar por su dolor, dejamos que nos incomoden y molesten. Saber que Dios hará justicia a los crucificados no nos vuelve insensibles. Nos anima a luchar contra la insensatez y la maldad hasta el fin de los tiempos. No lo hemos de olvidar nunca: cuando huimos del sufrimiento de los crucificados no estamos celebrando la Pascua del Señor, sino nuestro propio egoísmo.
martes, 10 de abril de 2012
Quien quiere resucitar a este mundo que se muere
Cuantas veces en el noviciado y en los grupos de Com, en el voluntariado y en las Pascuas hemos cantado esta canción tan emblematica de Brotes de Olivo, El Aleluya que sale del corazón de quienes lo cantan...Quien quiere resucitar a este mundo que se muere, quien cantará el Aleluya de esta nueva luz que viene.. Quien cuando mire la tierra y las tragedias observe, sentirá en su corazón el dolor de quien se muere, quien es capaz de salvar a este mundo decadente y mantiene la esperaza de los muchos que la pierden...
domingo, 8 de abril de 2012
AMANECER
En la noche del
sábado, alguien no dormía,
tenía
presentimientos.
Alguien soñaba: una
fuente en medio del desierto,
rodeada de macetas,
flores rojas y
blancas,
y el agua cantando
de alegría.
Alguien sentía en
el corazón un fuego
y quería ir al
sepulcro para apagarlo.
Al amanecer, cuando
aún estaba oscuro,
fueron mujeres al
sepulcro
con ungüentos
escogidos para Cristo.
¡Habían sido muchas
las heridas!
Yo ungiré las
heridas de sus pies
que tantos caminos
recorrieron de paz y de perdón,
y las iré besando
arrepentida.
Yo ungiré las
heridas de sus manos,
manos amistosas que
tanto bien hicieron.
Y las iré besando
agradecida.
Yo ungiré la de sus
Costado, Corazón que tanto amó,
y no me cansaré de
besarlo enamorada.
¿La losa? Ya
veremos, que vengan los ángeles a ayudarnos.
Veremos... Pero ya
no vieron más que luz,
una luz creciente,
las cegaba e invadía
¡y el perfume! ¿No
llevaban ellas los ungüentos?
La tumba estaba
abierta,
pero ellas
respiraban un perfume irresistible.
¿Qué nos pasa?
Estamos resplandecientes.
Es que ha pasado un
ángel del Señor.
Les entraban ganas
de reír y de llorar.
Yo he visto a dos
ángeles del Señor.
¿Es que estamos
locas?
Es que pasa él, que
es la Pascua,
que está pasando el
Señor,
y estamos en su amor
resucitados
lunes, 2 de abril de 2012
No perder la identidad
CRISTIANO SÍGUELO
Esta noche mientras dormía,
tú voz he oído Señor
eras tú quien me decía,
sal de tu tierra y ven junto a mí
Ha sido un sueño, que sé yo
tu extraña voz me despertó, y que extraño mensaje;
déjalo todo y sígueme, sígueme.
Pero cómo quieres que lo haga Señor, mi tierra mi trabajo dejando yo
no puedes pedírmelo, estoy tan implicado y la voz que suena en mi interior.
Y dices tú que eres cristiano.
Debes pensar que un sueño fue
pero no Él te está hablando, puedes oírlo o no, pero necesita de tus brazos
dáselos, dáselos.
CRISTIANO SÍGUELO, NO USES MÁS SU NOMBRE
CRISTIANO ES QUIEN LE SIGUE Y NO, EL QUE NO RESPONDE.
Esta noche mientras dormía, tú voz he oído Señor
que quieres que te diga, tú lees mi corazón,
y sabes que nunca diría no, sabes que nunca diría no.