domingo, 25 de septiembre de 2011

La Atención


La atención es el punto de partida y el corazón de todos los caminos espirituales. La vida atenta se basa en el reconocimiento de que la realidad sólo puede experimentarse en el aquí y ahora. La práctica de la atención es indispensable para llegar a tener contacto con esa realidad. Nos enseña a hacer con una presencia total lo que hacemos siempre. Nos enseña a vivir cada momento de nuestra vida y, de este modo, a extraer toda la riqueza de ella, Por eso, la atención es la práctica más importante y, al mismo tiempo, la más difícil en el camino espiritual; es la expresión de la sabiduría suprema, como nos muestra esta historia:
Un hombre pregunto al maestro: “Maestro, ¿puedes escribirme algunas reglas fundamentales de la sabiduría suprema?”. El maestro tomó inmediatamente un pincel y papel y escribió: “Atención”. “¿Eso es todo?, preguntó el hombre: “¿No quieres añadir algo más?”. El maestro escribió: “Atención, atención”. Visiblemente molesto, el hombre pregunto si aquello era todo. Entonces el maestro tomó otra vez el pincel y escribió: Atención, atención, atención”.
En el fondo, en el camino espiritual no hacemos nada especial: intentamos llegar al momento y hacernos uno con aquello que en ese momento hacemos. Si practicamos esto reconocemos que la mayoría del tiempo no estamos realmente presentes, sino perdidos en pensamientos que se ocupan del pasado o del futuro. Pero la vida sólo tiene lugar en ese instante. La práctica de la atención nos lleva de nuevo al momento. Es una interrupción constante de la actividad del yo. Entonces ya no somos arrastrados por el torrente de la costumbre. Este ejercicio nos abre el acceso a las profundidades de nuestro ser. Y Dios sólo puede experimentarse en ese momento.

Procedencia: Dad a Dad.http://www.camilos.es/

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