que sé pierde…
Has decidido que te la llevas. La noticia ha caído
como un mazazo sobre la familia. Un mazazo de los que te rompe por dentro pero
te une por fuera. Un mazazo que aplasta cada año más de 200.000 familias sólo
en España. Otra familia que se ve obligada a recordar que sólo se tiene a sí
misma cuando alguien se viene o se va.
Has decidido que te la llevas. No has sido ni para
decirlo a la cara. Nos lo has hecho saber desde tu escondite, la putrefacta
caverna microscópica en la que llevas meses atrincherado, agazapado detrás de
un asterisco que venía en un sobre muy parecido al de las facturas, como si
alguien te hubiera pedido la cuenta, el qué se debe, l'addition. Cobarde, que
eres un cobarde. Mal rayo te parta. Ni un mísero aviso. Ni una oportunidad. Te
presentas como se presentan los delincuentes y los indeseables, por sorpresa,
sin avisar, cuando ya todo es tarde, cuando ya sólo queda alevosía y
nocturnidad. Como si te hubiéramos hecho algo. Como si alguien en este mundo
mereciese algo así.
Porque has decidido que te la llevas. Vale, muy
bien y ahora qué. Nos das la noticia, nos marcas un plazo, nos amputas
cualquier esperanza y aún tendremos que darte las gracias por dejarnos algo de
tiempo para despedirnos de ella. Nos dejas el tiempo justo para embalsamar
tantos recuerdos que no sabemos ni por dónde empezar. El tiempo justo para no
poder ni llorar.
Que sepas que no vas a llevártela tan fácilmente.
Que sepas que ella piensa plantarte cara hasta el final. Aunque sea lo último
que haga. Piensa aferrarse a lo que le queda de sí. Y piensa apurar toda
estadística por ínfima que sea, como se apura el último sorbo en pleno desierto,
como se estiran esos últimos minutos antes de que vuelva a sonar el
despertador.
Pero sobre todo, que sepas que no está sola. Ni
ahora ni nunca. Ni antes ni después. Su dolor es el nuestro. Su lucha no se
libra sólo en su organismo, sino en el ánimo de todos y cada uno de los que la
queremos, la querremos y la quisimos alguna vez. Porque en eso consiste querer
de verdad, sufrir lo que se ama y amar lo que se sufre, se esté en el cuerpo de
quien se esté. Pero qué hago contándote esto, tú qué vas a saber, si eso tú no
lo podrás sentir jamás.
Tú has decidido que te la llevas, y punto. Y eso
sí, ahora nos ofreces todo tipo de paliativos. Siniestra palabra. Eufemismos,
tecnicismos inútiles para disfrazar el dolor que menos duela. Pero duele igual.
Tratamiento, otra palabra que siempre nos será
extraña. Porque esconde lo mismo que esconde cualquier peluca. Un esfuerzo
titánico, cotidiano, íntimo y personal por aparentar normalidad bajo
circunstancias absolutamente extraordinarias.
Por eso, has decidido que te la llevas y puede que
al final hasta te la acabes llevando. Puede que ganes, pero jamás vas a
triunfar. Porque hay cosas que nunca podrás llevarte.
No te llevarás su risa. Porque su risa puede
contigo. Aunque al final te la lleves a ella, su risa se quedará. Tampoco
puedes con su cariño. El que recibe y el que nos ha dado. Cuanto más se apaga
ella, más se ilumina el hueco que deja a su alrededor. Y por supuesto, no
podrás con su recuerdo. Es demasiado grande para ti. Y para cien más como tú.
Cuídate mucho, porque esto no ha hecho más que
empezar. Detrás de tus malditas 6 letras hay mucha más gente que sigue luchando
todos los días, desde dentro y desde fuera de la enfermedad. Disfruta aún que
puedes. Destruye a discreción mientras te dure.
Nosotros tardaremos más o menos, nos dejaremos más
o menos por el camino, pero tarde o temprano, tú caerás. Como cayeron tantas
otras antes que tú. Porque vamos a por ti. Y si algo bueno tiene el ser humano,
de las pocas cosas buenas quizás, es que cuando queremos destruir algo, cuando
de verdad nos lo proponemos, es sólo cuestión de tiempo que lo consigamos. Mira
si somos buenos, que a veces hasta lo hacemos sin querer.
Has decidido que te la llevas.
Ahora mírame fijamente.
Porque a mí, miedo, no me das.
1 comentario:
Cuando a alguien aparentemente duro le tocan algo que le duele, sale de su interior la gran verdad de su persona.
Chapó por Risto
Publicar un comentario