El Espíritu Santo de Dios no es propiedad de la Iglesia. No
pertenece en exclusiva a las religiones. Hemos de invocar su
venida al mundo entero tan necesitado de salvación.
Ven Espíritu creador de Dios. En tu mundo no hay paz. Tus hijos e
hijas se matan de manera ciega y cruel. No sabemos resolver
nuestros conflictos sin acudir a la fuerza destructora de las
armas. Nos hemos acostumbrado a vivir en un mundo ensangrentado
por las guerras. Despierta en nosotros el respeto a todo ser
humano. Haznos constructores de paz. No nos abandones al
poder del mal.
Ven Espíritu liberador de Dios. Muchos de tus hijos e hijas
vivimos esclavos del dinero. Atrapados por un sistema que nos
impide caminar juntos hacia un mundo más humano. Los poderosos son
cada vez más ricos, los débiles cada vez más pobres. Libera en
nosotros la fuerza para trabajar por un mundo más justo. Haznos
más responsables y solidarios. No nos dejes en manos de nuestro
egoísmo.
Ven Espíritu renovador de Dios. La humanidad está rota y
fragmentada. Una minoría de tus hijos e hijas disfrutamos de un
bienestar que nos está deshumanizando cada vez más. Una mayoría
inmensa muere de hambre, miseria y desnutrición. Entre nosotros
crece la desigualdad y la exclusión social. Despierta en nosotros
la compasión que lucha por la justicia. Enséñanos a defender
siempre a los últimos. No nos dejes vivir con un corazón enfermo.
Ven Espíritu consolador de Dios. Muchos de tus hijos e hijas viven
sin conocer el amor, el hogar o la amistad. Otros caminan perdidos
y sin esperanza. No conocen una vida digna, solo la incertidumbre,
el miedo o la depresión. Reaviva en nosotros la atención a los que
viven sufriendo. Enséñanos a estar más cerca de quienes están más
solos. Cúranos de la indiferencia.
Ven Espíritu bueno de Dios. Muchos de tus hijos e hijas no conocen
tu amor ni tu misericordia. Se alejan de Ti porque te tienen
miedo. Nuestros jóvenes ya no saben hablar contigo. Tu nombre se
va borrando en las conciencias. Despierta en nosotros la fe y la
confianza en Ti. Haznos portadores de tu Buena Noticia. No nos
dejes huérfanos.
Ven Espíritu vivificador de Dios. Tus hijos e hijas no sabemos
cuidar la vida. No acertamos a progresar sin destruir, no sabemos
crecer sin acaparar. Estamos haciendo de tu mundo un lugar cada
vez más inseguro y peligroso. En muchos va creciendo el miedo y se
va apagando la esperanza. No sabemos hacia dónde nos dirigimos.
Infunde en nosotros tu aliento creador. Haznos caminar hacia una
vida más sana. No nos dejes solos. ¡Sálvanos!
José Antonio Pagola
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