sábado, 29 de junio de 2013

CÓMO SEGUIR A JESÚS

 
Jesús emprende con decisión su marcha hacia Jerusalén. Sabe el peligro que corre en la capital, pero nada lo detiene. Su vida solo tiene un objetivo: anunciar y promover el proyecto del reino de Dios. La marcha comienza mal: los samaritanos lo rechazan. Está acostumbrado: lo mismo le ha sucedido en su pueblo de Nazaret.
Jesús sabe que no es fácil acompañarlo en su vida de profeta itinerante. No puede ofrecer a sus seguidores la seguridad y el prestigio que pueden prometer los letrados de la ley a sus discípulos. Jesús no engaña a nadie. Quienes lo quieran seguir tendrán que aprender a vivir como él.
Mientras van de camino, se le acerca un desconocido. Se le ve entusiasmado: ”Te seguiré adonde vayas” . Antes que nada, Jesús le hace ver que no espere de él seguridad, ventajas ni bienestar. Él mismo “no tiene dónde reclinar su cabeza” . No tiene casa, come lo que le ofrecen, duerme donde puede.
No nos engañemos. El gran obstáculo que nos impide hoy a muchos cristianos seguir de verdad a Jesús es el bienestar en el que vivimos instalados. Nos da miedo tomarle en serio porque sabemos que nos exigiría vivir de manera más generosa y solidaria. Somos esclavos de nuestro pequeño bienestar. Tal vez, la crisis económica nos puede hacer más humanos y más cristianos.
Otro pide a Jesús que le deje ir a enterrar a su padre antes de seguirlo. Jesús le responde con un juego de palabras provocativo y enigmático: Deja que los muertos entierren a sus muertos, tú vete a anunciar el reino de Dios” . Estas palabras desconcertantes cuestionan nuestro estilo convencional de vivir.
Hemos de ensanchar el horizonte en el que nos movemos. La familia no lo es todo. Hay algo más importante. Si nos decidimos a seguir a Jesús, hemos de pensar también en la familia humana: nadie debería vivir sin hogar, sin patria, sin papeles, sin derechos. Todos podemos hacer algo más por un mundo más justo y fraterno.
Otro está dispuesto a seguirlo, pero antes se quiere despedir de su familia. Jesús le sorprende con estas palabras: “El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios” . Colaborar en el proyecto de Jesús exige dedicación total, mirar hacia adelante sin distraernos, caminar hacia el futuro sin encerrarnos en el pasado.
Recientemente, el Papa Francisco nos ha advertido de algo que está pasando hoy en la Iglesia : Tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, sacándonos de nuestros horizontes, con frecuencia limitados, cerrados y egoístas, para abrirnos a los suyos."
 
José Antonio Pagola
30 de junio de 201313 Tiempo Ordinario (C)
Lucas 9, 51-62

jueves, 27 de junio de 2013

Sanar la mirada

 “Jesús, compadecido, extendió la mano y lo tocó”   ( Mc 1, 40-45 )
La otra tarde me senté en  una plaza, a mi alrededor algunos ancianos, madres con niños y en un banco cercano un chico que me miraba demasiado fijamente. Saqué mi cuaderno y me puse a escribir cosas que quería retener. De vez en cuando levantaba los ojos y allí estaba él, observándome sin mover pestaña. Entonces decidí no volver a mirar, por esos pequeños miedos que de repente nos entran ante los desconocidos. No habían pasado ni diez minutos cuando él se levantó y se acercó hacia mí pidiéndome permiso para sentarse a mi lado.
Fue entonces cuando me di cuenta de que a pesar de su aspecto masculino y de su corte de pelo, no era un hombre sino una mujer. Me pidió un trozo de papel y un bolígrafo y se los presté, la vi escribir su número de móvil y me entregó una nota donde con letra grande decía: “Aquí tienes una nueva amiga. Tu María”.
De pronto, el temor dio paso a una dulzura amable ante aquella mujer herida en busca de compañía. Me conmovió que firmara “tu María”, ¡qué necesidad de pertenencia tenemos todos¡ -pensé. De ser para alguien, de importar a alguien, de pertenecer a alguien. Me habló de su madre y de un bar que conocía, yo la escuché siguiéndola, regalándole unos minutos de confianza y de cariño. Diciendo que si podía la llamaría aunque sabía que no iba a hacerlo, era por ver emerger una sonrisa en su rostro. Y sus ojos idos y melancólicos se cubrieron de luz. Sentí que ella también me embellecía a mi: “Te vi sola y tan bonita…”, me dijo. Al despedirla le tendí la mano  y ella me pidió un beso que también me devolvió. Fueron sólo unos minutos, probablemente no la vuelva a encontrar, tenía signos de dolor y de locura en su cara, pero en aquellos instantes sólo era una mujer herida buscando un rostro donde poderse mirar.
Me viene el recuerdo de María ante el relato de hoy. No fue un “milagro” lo que curó al leproso, a no ser que al afecto, la ternura y la compasión por el otro lo llamemos así. Al leproso lo curó que Jesús lo mirara, reparara en lo que le decía y lo tocara. Sobre todo que posara sus manos buenas sobre su piel herida y sobre su vida marginada. El toque sanador de Dios a través de las manos de Jesús fue lo que devolvió a aquel hombre su dignidad y su belleza.  ¡Y qué necesitados estamos todos de toques así!
María me tocó aquella tarde al regalarme su compañía y su atención, ella me curó mis ojos ciegos y mi estrecho amor.
 Mariola Lopez srcj

miércoles, 26 de junio de 2013

El Amor

"Ven si tienes unas espaldas suficientemente fuertes, un espíritu abierto, una mente razonablemente abierta y un corazón más grande que el mundo" (Padre Arrupe)

martes, 25 de junio de 2013

Festival Vocacional Samuel


El Festival Vocacional Samuel es una iniciativa conjunta de las Hermanas y los Laicos de la familia Consolación.
Misión
Es un evento en el cual conviven música, encuentro y oración. El Festival está abierto a todas aquellas personas con ganas de encontrar su identidad y vocación dentro de la Iglesia.

Descripción

El Festival Vocacional Samuel es una iniciativa conjunta de las Hermanas y los Laicos de la familia Consolación. Para más información visita nuestra web: www.festivalsamuel.es

lugar del Festival Vocacional Samuel 2013!
 19 y 20 de Octubre de 2013, Madrid

Os presentamos al Equipo del Festival Vocacional Samuel que se ha reunido este fin de semana en Madrid para preparar el festival que se celebrará en octubre.
 Hermanas y laicos trabajando codo con codo para que el Festival Samuel 2013 sea hoy una realidad y que también sea una experiencia inolvidable para todos los que participemos de una forma u otra en el Festival. Horas y horas de reuniones y de preparación que han sido duras, pero que valdrán la pena.
 
 

 

lunes, 24 de junio de 2013

¿Quién es Jesús?

La pregunta de Jesús en el evangelio de hoy no ha dejado de resonar desde que él la pronunciara hace dos mil años: "¿quién dice la gente que soy yo?" Un modo sencillo de comprobar su actualidad es ir a las librerías y descubrir cómo casi cualquier cosa que se escriba sobre Jesús despierta interés, así se trate de colecciones de obras serias de teología o de literatura fantástica como el «Código Da Vinci» La diversidad de respuestas sugiere la inmensa riqueza interior del misterio de Cristo: revolucionario, reformador social, profeta notable, poeta, taumaturgo, líder fascinante, amigo fiel, modelo de oración y vida espiritual, etc. En él vemos cumplidas las promesas del Antiguo Testamento y en él descansan nuestras más hondas y legítimas aspiraciones. Hacia él miran las antiguas profecías y en él tienen un espejo los políticos y dignatarios. Su lenguaje y su vida lo hacen cercano a todos, de modo que todos (pequeños y grandes) entienden sus palabras. En su vida se armonizan cosas que en ocasiones en las nuestras no logramos (belleza y vigor, autoridad y humildad, cercanía y solemnidad, santidad y compasión, pureza y amistad con pecadores, ternura y fortaleza…etc. En consecuencia, para quienes lo seguimos, Jesús es la gran respuesta y la gran pregunta. Capaz de cuestionar nuestras seguridades y a la vez de curar nuestros miedos. Es sacerdote y víctima del sacrificio a la vez. Reina desnudo y escarnecido. Trae la salud pero ha sido herido; es fuente de vida y acepta morir a manos de criminales; es elocuente incluso cuando calla y muere proclamando su propia victoria. Su vida es un océano de amor y de luz; su misterio es fascinante, inagotable y fecundo.
«Es necesario que sufra»
 
Tal vez la parte más compleja del misterio de Jesucristo se resume en esas palabras de hoy: "Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas." ¿Por qué "necesario"? ¿Por qué esa cruz espantosa, ese dolor? ¿Por qué tanto dolor a veces en nuestras vidas? La primera lectura, del profeta Zacarías, nos da una clave: «Ellos volverán sus ojos hacia mí, a quien traspasaron con la lanza; harán duelo como se hace duelo por el hijo único, y llorarán por él amargamente como se llora por la muerte del primogénito». La tragedia de Cristo es también parte de su lenguaje y lo que quiere enviarnos como mensaje, de aquello que siempre nos hemos negado a ver: el rostro del pecado.
«Hazme una cruz sencilla carpintero,
sin añadidos ni ornamentos,
que se vean desnudos los maderos,
desnudos y decididamente rectos.
Los brazos en abrazo hacia la tierra,
el ástil disparándose a los cielos.
Que no haya un solo adorno que distraiga
este gesto, este elemento humano
de los dos mandamientos.
Sencilla, sencilla, más sencilla,
hazme una cruz sencilla carpintero» (León Felipe).
 
La cruz es una respuesta insólita a nuestra doble tragedia, la de ser pecadores y la de padecer las consecuencias del pecado. Esa respuesta brota de sus llagas en sangre de piedad, perdón y reconciliación. El Resucitado va delante de nosotros como pastor misericordioso que se ha entregado por nosotros para que tengamos vida y vida en abundancia.
José Luis Guzón, sdb
 
 

sábado, 22 de junio de 2013

El gran Milagro, película.


La primera película de animación sobre la Misa en 3D, 'El Gran Milagro', dirigida por el productor visual de 'Pocahontas', 'Hércules' o 'Buscando a Nemo', Bruce Morris, se estrenó el próximo 8 de marzo en 50 salas españolas, días antes del periodo de Primeras Comuniones, para explicar a los niños el significado de la Santa Misa.

   El film, de 70 minutos de duración, producido por Dos Corazones Films y distribuido por World Line Cinema, llega a la cartelera española tras su paso por las pantallas de México y EE.UU., y se plantea como una iniciativa en el marco del Año de la Fe convocado por el Papa Benedicto XVI.

   Esta cinta mexicana, musicalizada por Mark McKenzie, y ganadora del premio a la mejor banda sonora independiente de 2011 en los Hollywood Music Awards, cuenta la historia de Mónica, viuda y madre de un niño que echa mucho de menos a su marido y se refugia en el trabajo olvidando pasar más tiempo con su hijo; Chema, conductor de autobús con un hijo gravemente enfermo y escéptico ante los milagros; y Doña Cata, una señora mayor que se siente un poco sola y que a veces se escapa para ir a misa.

   Las vidas de estos tres personajes se cruzan cuando en un momento de crisis, se encuentran con sus Ángeles de la Guarda que les aconsejan abrir bien los ojos y compartir su dolor. En ese momento, se dan cuenta de que necesitan ir a la Iglesia y allí van descubriendo cómo "abrir su corazón" a Dios para que sus problemas se hagan más pequeños.

   El director de 'El Gran Milagro', Bruce Morris, destaca de la película su poder para mostrar la reconciliación del hombre con Dios y para recordar al hombre moderno "agobiado" que "se ha dejado llevar por la velocidad de la vida cotidiana" que "sus problemas no son el todo de su vida".

   Además, toda la historia está acompañada por una banda sonora compuesta por una orquesta de 80 piezas y un coro de 32 voces adultas y 18 infantiles. El coro de Libera, dirigido por Robert Prizeman, y los miembros de la Sinfónica de Vancouver y Seattle grabó en la capilla de la Universidad de Bastyr para conseguir la mejor acústica.

 No puedes dejar de ver esta película, te hará vivir la Eucaristías con otro sentido más profundo.

jueves, 20 de junio de 2013

Sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor.

Palabra de Dios:  ...Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume...
Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella, en cambio, me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo: sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor; pero al que poco se le perdona, poco ama.»
Y a ella le dijo: «Tus pecados están perdonados.» Pero Jesús dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado, vete en paz.»
COMENTARIO:
Una de las palabras claves que ha estado
presente en los saludos y discursos del recién
nombrado Papa Francisco ha sido la misericordia.
Nos ha querido presentar a Dios Padre como
Señor de la misericordia y éste parece que puede
ser uno de los ejes de su pontificado. El evangelio
de hoy nos permite profundizar precisamente en esta concepción de Dios. Dios, que es
misericordioso, está presto siempre a perdonar porque es grande el amor que nos
tiene.
Hemos escuchado una parábola que refuerza un hecho vivencial entre Jesús y
la mujer pecadora en casa de un fariseo. La exégesis del texto nos hace pensar en una
invitación más formal que amistosa, de cumplimiento más que celebrativa. No
podemos asegurarlo, pero parece que hay intereses creados en esta invitación del
fariseo. Y decimos esto porque faltan todos os elementos propios de una acogida en
condiciones y que Jesús no duda en reprochar a su anfitrión. ¿Qué podemos decir de nuestras celebraciones?
Por otra parte, nos encontramos con la mujer pecadora. De entrada,
compromete la relación del fariseo con Jesús como ya veíamos antes. El fariseo, junto
con los demás invitados presentes, desconfía de Jesús porque no sabe que la mujer
que se le ha acercado es una mujer pecadora. O ponen en entredicho su condición de
profeta o quieren pillarle en renuncio tras la situación en la que se ve comprometido.
Ni lo uno ni lo otro.
¿Cuál ha sido la actitud de esta mujer? Se ha saltado todas las normas y roto
todos los protocolos. Vence sus miedos y se presenta con su verdadera condición ante Jesús. No dice ni una sola palabra, pero sus gestos hablan claro. Se sabe pecadora y sabe también que Jesús es quien puede perdonarle. Y efectivamente, su osadía y atrevimiento que le lleva a ponerse delante de Dios –su fe podríamos decir hoy‐ son signo del
amor a Dios que esta mujer confiesa con esa multitud de gestos para con Jesús. El fruto es
el perdón de Dios y, por tanto, el de una mujer reconstruida en su persona que puede
marchar en paz.
 
Mikel Uriarte, sdb

lunes, 17 de junio de 2013

Los diez secretos del éxito del Papa Francisco

 
Sencillez: Desde que era profesor de filosofía y literatura, el «padre Jorge» sabe que los pedestales no sirven para nada. Es mejor acercarse al alumno de igual a igual, a su altura. Como párroco y obispo aprendió a «hablar a los más chicos, y así te entienden también los mayores». Los títulos y los tronos crean barreras innecesarias. Se llama «Francisco» en lugar de «Francisco I». No utiliza como antefirma «P. P.» ni «S. S.». Es un Papa con zapatos negros.
Afecto: Es un vendaval de cariño. Con las personas que conoce y con personas desconocidas, especialmente si son niños, pobres o enfermos. Cada miércoles dedica 45 minutos a recorrer la plaza de San Pedro en el «papamóvil» para que todos puedan verle de cerca. Sonríe, bendice, besa en un despliegue de energía asombroso en un hombre de 76 años con ligera insuficiencia pulmonar y que no hace deporte. Reparte besos y abrazos sin cansarse, especialmente a los enfermos de ELA, Down, etc.
Humildad: Aunque regaló a Benedicto XVI el icono de la «Virgen de la Humildad» recibido de la Iglesia Ortodoxa rusa, lo cierto es que ambos son ejemplo de esa virtud. Joseph Ratzinger fue toda su vida una persona sencilla y sobria, espartana en sus gastos personales. Jorge Bergoglio siempre ha sabido cocinar, lavarse la ropa, tomar el autobús y el metro. Al día siguiente de ser elegido Papa fue a la residencia del clero a recoger su maleta y pagar su factura.
Fortaleza: Cuando despedía a la presidenta brasileña Dilma Roussef, antigua militante y prisionera política durante la dictadura militar, el Papa le dio un consejo de su propia experiencia como rector del Colegio Máximo, provincial de los Jesuitas de Argentina y cardenal arzobispo de Buenos Aires: «Recuerde: fuerte pero con ternura». Siempre ha sido cariñoso con todos pero, al mismo tiempo, «lo que tiene que hacer, lo hace». Sus antiguos colaboradores están seguros de que hará poda y limpieza en la Curia vaticana. Fustiga el «carrerismo» y la hipocresía.
Libertad: Francisco es un hombre libre. No aspira a nada. No le importa lo que digan de él. Desde hace tiempo no se molestaba en responder a calumnias contra su persona sino sólo a tergiversaciones sobre lo que decía en público o en privado. Es un Papa «low cost». No necesita nada. Nunca tuvo coche oficial ni secretarios, tan sólo una agenda. Llama directamente por teléfono a quien quiere. Escribe y habla con libertad pues las críticas le importan un comino.
Colegialidad: Como superior de los jesuitas de Argentina y como arzobispo de Buenos Aires, siempre escuchaba la opinión de los interesados en cada tema y la de sus colaboradores. Pero después decidía solo, asumiendo toda la responsabilidad. Como presidente de la conferencia episcopal argentina, respetaba la opinión colectiva aunque no coincidiese con la suya. Para la reforma de la Curia se apoyará en el trabajo del grupo de ocho cardenales de los cinco continentes y en el Sínodo de Obispos.
Oración: Se levanta a las cinco de la mañana, y hace una hora de oración. Después prepara su homilía y sigue rezando hasta la misa de las siete. Acude muchas veces al sagrario. A última hora de la tarde reza otra hora, «delante del Señor, y a veces me adormilo un poco por el cansancio. Pero Él me comprende. Me consuela pensar que Él me mira. A veces pensamos que debemos pedir, hablar, hablar, hablar…. ¡No! Déjate guiar por el Señor».
Profundidad: El joven perito químico Jorge Bergoglio trabajó en un laboratorio de análisis de alimentos, donde aprendió a realizar con exactitud mediciones y cálculos. Se formó en el noviciado de la Compañía de Jesús, cuando todavía se impartían clases en latín. Es licenciado en Filosofía y en Teología. Fue un gran profesor de filosofía y literatura. Predica y escribe con gran lucidez, vigor y belleza literaria. Es un intelectual que, deliberadamente, omite los razonamientos complicados y presenta las conclusiones con palabras sencillas.
Misión: En la intervención que impresionó a los cardenales antes del Cónclave, Jorge Mario Bergoglio dijo que «la evangelización es la razón de ser de la Iglesia», «llamada a salir de sí misma e ir a las periferias geográficas y existenciales». Les advirtió que «cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar, se vuelve autorreferencial y se enferma», cae en el narcisismo. Insiste cada día en que «hay que salir a los caminos, encontrar a la gente».
Coherencia: Desde que era maestro de novicios, su «método» ha sido enseñar con el ejemplo. Acompañaba a sus hermanos jesuitas más jóvenes a alimentar a los cerdos, y cocinaba en la residencia los domingos. En 21 años de obispo visitaba a los sacerdotes en sus casas, les cuidaba cuando estaban enfermos. Dedicaba mucho tiempo a catequesis, confesiones, confirmaciones y primeras comuniones en las parroquias pobres. No pide nada que no haya hecho personalmente antes. Por eso puede exigir. Y exigirá.
 Extraído de: ABC

domingo, 16 de junio de 2013

Defensor de las prostitutas

 

Jesús se encuentra en casa de Simón, un fariseo que lo ha invitado a comer. Inesperadamente, una mujer interrumpe el banquete. Los invitados la reconocen enseguida. Es una prostituta de la aldea. Su presencia crea malestar y expectación. ¿Cómo reaccionará Jesús? ¿La expulsará para que no contamine a los invitados?. La mujer no dice nada. Está acostumbrada a ser despreciada, sobre todo, en los ambientes fariseos. Directamente se dirige hacia Jesús, se echa a sus pies y rompe a llorar. No sabe cómo agradecerle su acogida: cubre sus pies de besos, los unge con un perfume que trae consigo y se los seca con su cabellera.
La reacción del fariseo no se hace esperar. No puede disimular su desprecio: “Si este fuera profeta, sabría quién es esta mujer y lo que es: una pecadora”. El no es tan ingenuo como Jesús. Sabe muy bien que esta mujer es una prostituta, indigna de tocar a Jesús. Habría que apartarla de él.
Pero Jesús no la expulsa ni la rechaza. Al contrario, la acoge con respeto y ternura. Descubre en sus gestos un amor limpio y una fe agradecida. Delante de todos, habla con ella para defender su dignidad y revelarle cómo la ama Dios: “Tus pecados están perdonados”. Luego, mientras los invitados se escandalizan, la reafirma en su fe y le desea una vida nueva: “Tu fe te ha salvado. Vete en paz”. Dios estará siempre con ella.
Hace unos meses, me llamaron a tomar parte en un Encuentro Pastoral muy particular. Estaba entre nosotros un grupo de prostitutas. Pude hablar despacio con ellas. Nunca las podré olvidar. A lo largo de tres días pudimos escuchar su impotencia, sus miedos, su soledad… Por vez primera comprendí por qué Jesús las quería tanto. Entendí también sus palabras a los dirigentes religiosos: “Os aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que vosotros en el reino de los cielos”.
Estas mujeres engañadas y esclavizadas, sometidas a toda clase de abusos, aterrorizadas para mantenerlas aisladas, muchas sin apenas protección ni seguridad alguna, son las víctimas invisibles de un mundo cruel e inhumano, silenciado en buena parte por la sociedad y olvidado prácticamente por la Iglesia.
Los seguidores de Jesús no podemos vivir de espaldas al sufrimiento de estas mujeres. Nuestras Iglesias diocesanas no pueden abandonarlas a su triste destino. Hemos de levantar la voz para despertar la conciencia de la sociedad. Hemos de apoyar mucho más a quienes luchan por sus derechos y su dignidad. Jesús que las amó tanto sería también hoy el primero en defenderlas.
 
José Antonio Pagola
16 de junio de 2013
11 Tiempo ordinario (C)
Lucas 7,36-8,3

sábado, 15 de junio de 2013

Quiero buscarte

+ Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955), científico y filósofo francés, teólogo y religioso, investigador de los orígenes de la vida y de la vida humana. Acosado por sus trabajos científicos evolucionistas y cuestionado por la autoridad religiosa vaticana, su fe temerosa buscó en la soledad consuelo y luz en la oración, queriendo ante todo ‘amar y servir’ a su Creador y Señor.
 

¡Te necesito, Señor, porque sin Ti mi vida se seca!
Quiero encontrarte en la oración,
en tu presencia inconfundible,
durante esos momentos en los que el silencio
me sitúa frente a mí, ante Ti.

¡Quiero buscarte!
Quiero encontrarte dando vida a la naturaleza que Tú has creado;
en la transparencia del horizonte lejano de un cerro,
y en la profundidad del bosque
que protege con sus hojas los latidos escondidos
de todos sus inquilinos.

¡Necesito sentirte alrededor!
Quiero encontrarte en tus sacramentos,
en el reencuentro con tu perdón,
en la escucha de tu palabra,
en el misterio de tu cotidiana entrega total.

¡Necesito sentirte dentro!
Quiero encontrarte en el rostro de los hombres y mujeres,
en la convivencia con mis hermanos;
en la necesidad del pobre
y en el amor de mis amigos;
en la sonrisa de un niño
y en el ruido de la muchedumbre.

¡Tengo que verte!
Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser,
en las capacidades que me has dado,
en los deseos y sentimientos que fluyen en mí,
en mi trabajo y mi descanso
y, un día, en la debilidad de mi vida,
cuando me acerque a las puertas del encuentro cara a cara contigo

miércoles, 12 de junio de 2013

Feliz día de Santa Mª Rosa Molas




...Era el 13 de abril de 1852. Las Hermanas son enviadas al hospital de la Santa cruz...Más que un hogar de Misericordia parece un hogar de Miseria...En el ambiente repicaban las campanas de Pascua.Las hermanas se pusieron a la obra y muy pronto el sol besó las camas blancas.Plantaron rosas y su perfume penetró por las salas a través de las ventanas abiertas.Curaron llagas y los enfermos volvieron curados a su casa.

Inundaron sus almas de luz y de gracia y muchos volaron sobre las alas de los ángeles al cielo.

Entre los enfermos se decía:


Un viejecito con el cuerpo llagado pensó:



Ella se las tocó delicadamente con su mano, como si fueran las manos de Jesús Crucificado.

Y la carne del viejecito se volvió blanca y blanda como la de un niño...

martes, 11 de junio de 2013

Enamórate.

“Nada puede importar más que encontrar a Dios. Es decir, enamorarse de Él de una manera definitiva y absoluta. Aquello de lo que te enamoras atrapa tu imaginación, y acaba por ir dejando su huella en todo. Será lo que decida qué es lo que te saca de la cama cada mañana, qué haces con tus atardeceres, en qué empleas tus fines de semana, lo que lees, lo que conoces, lo que rompe tu corazón, y lo que te sobrecoge de alegría y gratitud. ¡Enamórate! ¡Permanece en el amor! Todo será de otra manera”.
P. Pedro Arrup, sj

miércoles, 5 de junio de 2013

Vida de Santa Mª Rosa Molas, nuestra fundadora


      Hola a todos. Me llamo Ángela Sanfeliu y soy una de las hermanas que estuvo con Mª Rosa Molas cuando se fundo la Congregación de Hermanas de Ntra. Sra. de la Consolación. He venido para contaros cómo sucedió todo y para que conozcáis los lugares donde estuvo la Madre a la que tanto quiero y de la que tanto aprendí. Espero que os guste, que disfrutéis del recorrido y que aprovechéis para  empaparos del carisma que tan intensamente vivió y transmitió con su vida. Empaparos de su historia como esponjas, para que cuando os vayáis, derraméis como ella, misericordia y consolación allí donde estéis.
Nuestra Madre Fundadora, nació en Reus el 24 de marzo de 1815, la noche del jueves al viernes Santo. A los 16 años sintió la llamada del Señor a consagrarse totalmente a Él y al consuelo y alivio del necesitado. Pero su padre se opuso y tuvo que esperar diez años. Durante este tiempo, trabajaba en casa, visitaba a los enfermos del hospital todos los domingos y pasaba largos ratos de oración con su Dios. Una tarde de reyes, 6 de enero de 1841, dejó la casa paterna y fue al hospital de Reus para hacerse religiosa de la caridad. En este hospital pasó Mª Rosa tres años cuidando, como sólo un madre puede hacerlo, a los enfermos que allí llegaban. Decían de ella que “no había vacío que su caridad no llenase”.Del hospital fue trasladada a la Casa de Caridad de Reus, hasta el año 1849 en el que fue a Tortosa. Cuando la Madre llegó, la ciudad acababa de pasar tiempos muy duros e intentaba resurgir. El Ayuntamiento comenzó a emprender reformas que hicieran olvidar los malos tiempos (mejorando la iluminación y  los edificios,  fundando nuevos periódicos…).La economía de la ciudad se fundamentaba en la industria y la agricultura, y en ese momento sobretodo, en el comercio.Hasta la inauguración del ferrocarril Valencia- Tarragona, en 1868, ese comercio se realizaba a través de un vapor que unía Barcelona y Tortosa. También en uno de ellos saldría Mª Rosa con varias hermanas para fundar en Mora de Ebro.Tortosa, el escenario donde tanto amor sembró, día a día durante 27 años. Aquí madurará Mª Rosa muchas de sus intuiciones. Porque a la Madre le aguardarán en Tortosa años de fidelidad a lo que ha prometido a Dios; años de espera y de purificación; años de coherencia y de riesgo creador.


Riesgo creador, que pronto tuvo que emplear cuando el ayuntamiento de Tortosa,  pidió a la Corporación de Reus, que un grupo de hermanas se hiciese cargo de la Casa de Misericordia del barrio de Jesús, que estaba atravesando un estado lamentable por la desatención de los asilados. A la cabeza del grupo de hermanas fue Mª Rosa Molas, y con ellas llegó la Consolación, la limpieza, la luz, la alegría…  En poco tiempo cambiaron el lugar del tal forma, que todos comentaban cómo aquella casa de miseria, se había transformado en una verdadera casa de misericordia. Un señor afirmó: “Estas mujeres, o son santas o son brujas” Esta casa está junto a la Casa Madre. Aún se conserva su fachada y las escaleras que accedían al interior. Viendo los buenos resultados, en 1851, el ayuntamiento encargó a la Madre la dirección de una escuela pública en la ciudad de Tortosa. Fue uno de los mejores centros educativos de la provincia de Tarragona. Mª Rosa, en este tiempo de revuelo y problemas se preparó y se examinó para obtener el título de maestra. Con sus visitas diarias, estaba al frente de la escuela, animando y orientando a hermanas y alumnas. Si pasaremos por la calle donde estuvo esta escuela  veremos lo que queda de la fachada de lo que fue, en el mismo lugar años después, un instituto. Justo en frente podremos ver lo que fue la escuela privada que abrimos tras abandonar la escuela pública en la que no podíamos ofrecer a las niñas la educación cristiana que deseábamos para ellas.  Ya en ausencia de la Madre, este colegio privado se trasladó a la calle De la Rosa. Y actualmente, las hermanas siguen comprometidas con la educación en un colegio en Tortosa. En 1852,  nos llamaron desde el hospital de Tortosa, cuya precaria asistencia y fuerte descuido de los enfermos, reclamaban la presencia de corazones caritativos. Actualmente el hospital está en una parte de la antigua casa de Misericordia. Y lo que antes era el Hospital, son ahora los juzgados. Cada día, Mª Rosa Molas cruzó el puente de Barcas  para llevar el amor de Dios de la Casa de Misericordia de Jesús al Hospital y la Escuela de Tortosa. Recorrió a diario un camino polvoriento y unas calles empinadas para visitar las tres casas. Y sus pasos, sus gestos, sus palabras… ella, fueron el testimonio de una Presencia, la de Dios.Estando en Tortosa, Mª Rosa Molas y todas nosotras verificamos algo que veníamos sospechando desde hacía tiempo, la Corporación a la que pertenecíamos estaba totalmente separada de la Iglesia, Sor Estivill, nuestra Superiora General entonces, había roto todo vínculo con la Iglesia, dos años antes de que la Madre hubiera ingresado en la Corporación de Reus, en la que estuvo 16 años. En Mª Rosa había un deseo de cumplir la voluntad de Dios manifestada en el sentir de la Iglesia. Intentó primero que la Corporación se uniera a la Iglesia pero sus esfuerzos de reconciliación no fueron aceptados.No pudiendo sufrir por más tiempo esta orfandad espiritual en la que nos encontrábamos, nos reunimos y tomamos la difícil decisión de romper con la Corporación de Reus e iniciar una nueva fundación. Las cosas sucedieron así: El 14 de marzo de 1857 las 12 hermanas de Tortosa solicitamos la acogida, protección y dirección espiritual de la Iglesia.El 2 de Abril, el ayuntamiento nos confirmó que podíamos permanecer en los lugares donde ejercíamos nuestra misión. Es decir, en la Casa de la Misericordia, el Hospital y la Escuela.Y uno de los días más emocionantes fue el 14 de Noviembre de 1858, en el que recibimos oficialmente el nombre  de la Congregación: a partir de entonces seríamos Hermanas de Ntra. Sra. de la Consolación. El resto de la vida de la Madre transcurrió en Tortosa, donde encarnó para los más necesitados la misericordia de Jesús día a día, pero también abrió nuevas casas fuera de esta ciudad. Y aunque el 11 de Junio de 1876 abandonó este mundo, a partir de aquel día vive con más intensidad. En las Hermanas de la Consolación y en todas aquellas personas que comparten el carisma. Quienes siguen sus huellas nunca están solos, nunca actúan solos. La Madre va siempre, está siempre con ellos, de una forma natural. Sencillamente la Madre está, la Madre sale al paso siempre, camina codo a codo con ellos.